domingo, 7 de septiembre de 2008

bestias de medianoche 11

Contigo es más difícil versar palabras.
Casi todo está escrito en tu piel y en tu boca
y eres la historia más hermosa que he leído.

¿En que nube es que descansas
mientras desarmo mis palabras
en este infierno con los ojos tristes,
cuando tu sonrisa sucede a una de mis cartas?

Es difícil que te mire desde lejos.
Tú siempre estás corriendo en mi locura.

bestias de medianoche 12

Me dejas hablar de la felicidad que no tengo
y mientras sonries,
todo me excluye del viento.

Si no tengo sombra.
Déjame al menos tener la mirada en el suelo.

Porque no soy ni las cosas que ves cuando cierras los ojos.

bestias de medianoche 10

Esa sonrisa tuya,
paseo fresco de otoño,
dulce suspender de las hojas,
espuma en el vaivén de mis ojos,
hermosa soledad de madrugada,
blanca avenida en la ciudad de mis ideas.

¿A quién sonreirá mientras te escribo?

bestias de medianoche 14

Ser que ya no eres
sino un recuerdo
sino un tiempo pasado.

Ser de otro mundo
corriente de aire,
historia de mi boca,
invierno de mis ojos,

bocado del silencio.

bestias de medianoche 13

No sé por qué conecto las palabras
y las dejos volando en tu jardín.
Tú nunca vienes a mis ojos
no me esperas al otro lado de la música
ni te encuentro al otro extremo del mapa
donde trazo puentes imaginarios
con el dedo manchado
de semanas a solas.

bestias de medianoche 9

Cayeron moribundas en mi pecho
dos aves de piedra.
Aves de arena
que cruzaron vertical el horizonte
volando con el tiempo en el olvido.

Los segundos y las horas
transformaron los siguientes días de su vuelo.
En sus ojos se inundaba la penumbra.
En sus alas, un océano torcido.

Nunca los devoraba la noche.

bestias de medianoche 8

Cómo es, niñez en ruinas,
que sonries fácilmente mientras lamento tu muerte.

Aquí un puñado de manos deformes
limpian la verdad de tu frente.
Allá una lengua negra engullía tus pasos apurados.

Te ví morir adolorido y me condené a seguir tu sombra
debajo de un pedazo de papel.

Ahora comprendo esa falsa sonrisa
tú y yo sabemos bien esta historia de colores.

bestias de medianoche 7

¿Qué estoy haciendo con mi sueño
que se pierde en el oleaje de los calendarios?

Como hormiga aplastada por un dedo calculador
Síndrome incansable de cobardía absoluta.

Roca que se aturde y adelgaza cabizbaja
¿Roca o grano de arena que se pierde en amargas exhalaciones?

Orificio vulnerable de tez madura
Golpe seco detenido entre el miedo, la soledad,
la humillación y el desencanto.
Espectro volátil de caducidad breve,
sumisión inútil del no puedo metropolita.

No puedo, no debo, no quiero.

bestias de medianoche 6

Tú puedes dibujar esa distancia
entre el silencio y el grito.
Yo puedo escuchar el silencio
entre el temor y la furia.
¿Pero quién podrá dibujar
el temor de los gritos
que escuchamos en silencio
en la furia de la distancia?

bestias de medianoche 5

Mi locura se extiende en las paredes
y no puedo volver detrás de la montaña de hierro
de años soñando en lagunas de sangre
de animales invisibles.

El humo grita en mi garganta
Mi boca desespera en bocados de arena
Se derrumba mi lengua sobre sí misma.

Mi subconsciente en blanco
apenas despierto
Suenan relámpagos y castillos de arena de miel
entre mis ojos rellenos de bestias
conlgando de la ventana con miráda de témpano.

Cuando vuelva la noche
las cenizas de un sol que apenas alcanzo
será tu cuerpo invadiendo el tejado,
el salto hacia el abismo,
la sima del silencio.

bestias de medianoche 4

Me entristece saber que existo
y pienso y respiro
o camino
entre tantos otros como yo

Me voy
guardando sueños en los agujeros de mis huesos,
de mis manos, de mi lengua.

Ya no hablo, ni grito, ni escribo.
Solo me asfixio en habitaciones. Sólo, recordado, olvidado.
Olvidando.

Desechando momentos en un cristal
Restándo tiempo al tiempo que me resta.
Vida y muerte. TIempo en mi tiempo.
Triste manjar, muy triste.

Por fin te abandono y me libero de ti
de mi falso yo
El yo que nunca pude y que no soy.
Sin razón ni dirección ni sombra.

¿Será que también estoy fingiendo vivir?

bestias de medianoche 3

Si algún día escuchas mi voz rodar por las verdas de tu boca
Al final de una linea perpetua entre mis dedos
en la medianoche de mis manos
Respirando la distancia de tus pasos
el silencio detrás de mis palabras cuando cierro la puerta
Cuando vuelvo a las rejas de mi prisión
colgándome de ella mientras dure la tarde
Sentado en la vereda de enfrente
leyendo cartas sin enviar
Repitiendo tu nombre hasta la última canción
en la fugacidad de los ojos cerrados
Abiertos de pronto a la pantalla de falsas imágenes
mientras estiro mi camino en la orilla del amanecer
En el espejo inundado de la profundidad de ese mismo cielo
cuando se asoma el dolor inubicable
Cada vez que repito la oración que el dios no escucha
o si vuelco la maldición que el mismo dios ignora
Cada vez que golpeo mi cuerpo hasta verlo gritar
en cada fotografía perdida al despertar
En una linea de palabras sin sentido
fusiendo der canstido far lonen misencia
Condenado a la espera interminable
desluciendo vestimentas oscuras
Cuando el vinilo se estrelle en algún rincón de lima cuadrada y perfectible
en mi naufrago aparecer desde el fondo del café-bar
Extraviado en bemoles rotos, grandes e insignificantes
de pianos inmensamente pequeños y vulnerables
En el incomprensible temblor de cada palabra
que cruza la avenida de estas líneas
Preparadas a caer con las manos atadas
cada vez que guardo silencio
Y cuando escribo para no ser interpretado
por el vacío de nuestra historia
Buscarás respuestas debajo de una roca
y dirás siempre lo mismo.

bestias de medianoche 2

He llegado a este bosque de preguntas exactas.
Por momentos me parece que brillo
entre lo ajeno de estas ramas.

Observo la textura de sus blancas formas
abandonado en la alternante envoltura de mis ilusiones.
Me oculto en sus raíces
pero estoy siempre callado, como fruto.

BESTIAS DE MEDIANOCHE 1

Solo tengo palabras
para decir que no sé cómo expresar
eso que siento al no sentirte más
aquí, donde estoy sin estar.