Me dejas hablar de la felicidad que no tengo
y mientras sonries,
todo me excluye del viento.
Si no tengo sombra.
Déjame al menos tener la mirada en el suelo.
Porque no soy ni las cosas que ves cuando cierras los ojos.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario