domingo, 7 de septiembre de 2008

bestias de medianoche 9

Cayeron moribundas en mi pecho
dos aves de piedra.
Aves de arena
que cruzaron vertical el horizonte
volando con el tiempo en el olvido.

Los segundos y las horas
transformaron los siguientes días de su vuelo.
En sus ojos se inundaba la penumbra.
En sus alas, un océano torcido.

Nunca los devoraba la noche.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

sí ,es un tacho de basura

Anónimo dijo...

Me ha gustado tu blog. en especial esto.
Cuidate =)
Gruzaré vertical por el horizonte.