Mi locura se extiende en las paredes
y no puedo volver detrás de la montaña de hierro
de años soñando en lagunas de sangre
de animales invisibles.
El humo grita en mi garganta
Mi boca desespera en bocados de arena
Se derrumba mi lengua sobre sí misma.
Mi subconsciente en blanco
apenas despierto
Suenan relámpagos y castillos de arena de miel
entre mis ojos rellenos de bestias
conlgando de la ventana con miráda de témpano.
Cuando vuelva la noche
las cenizas de un sol que apenas alcanzo
será tu cuerpo invadiendo el tejado,
el salto hacia el abismo,
la sima del silencio.
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